En lo alto de la polícia en América a lo largo de 5 décadas, J. Edgar Hoover supervisó la creación del FBI, que ayudó a dar a conocer los huellas dactilares y otras pruebas forenses y ejerció autoridad casi sin control para manipular pruebas e investigó a enemigos del Estado tales como Robert F. Kennedy y Martin Luther King Jr. Ahora el director Clint Eastwood vuelve a las tablas, curioseando en la vida de Hoover en un biopic para la gran pantalla que sin duda haría que el famoso G-man se retuerza.

La película rastrea la vida de Hoover desde su infancia en Washington, D.C., su ascenso al poder en los años 20, sus 50 años reinando detrás del FBI y su muerte en 1972 — con Leonardo DiCaprio colocándose una prótesis de maquillaje para retratar al hombre que se convirtió en un bulldog en sus últimos años. ''Para mí, es realmente una historia de como el poder absoluto corrompe completamente,'' dice la estrella. ''Él siempre fue un desconocido.''