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Artículo en The New York Times con fotos nuevas.
Una estrella que no teme tomar riesgos  Para transformarlo en el envejecido J. Edgar Hoover, Leonardo DiCaprio se sentaba por horas de cada vez mientras los artistas de maquillaje le daban sus manchas del hígado y dentadura amarilla. Él pasó una gran cantidad de tiempo en “J. Edgar” de Clint Eastwood de esa manera. El papel también significó memorizar los interminables monólogos que necesitaban ser dados con la propia cadencia vertiginosa de Hoover. Además el Sr. DiCaprio, que por lo general se complementa con una novia modelo en su vida real, tuvo que luchar agresivamente con un hombre y luego darle un beso. Enfrentarse con un papel que demanda tanto, las mayores superestrellas actores, incluso aquellos que están ansiosos por captar la atención de los votantes a los Oscars, les gustaría volverse y salir corriendo. Verse feo y antiheroico? Un riesgo demasiado grande, incluso para el Sr. Eastwood al volante. Pero el Sr. DiCaprio, por lo menos en la etapa post-“Titanic”, ha hecho elecciones altamente arriesgadas, y de alguna manera sigue dando sus frutos no solamente en el circuito de premios — él ha estado nominado a 3 Oscars — también en la taquilla. “Cuando no puedo inmediatamente definir el personaje y hay un elemento de misterio en él y todavía hay mucho por ser explorado, es cuando digo que sí,” el actor de 36 años dijo en una entrevista la pasada semana en un patio del hotel Bel Air aquí. “Me gustan ese tipo de personajes complicados. Y acabo haciendolos.” A Hollywood por lo general no le gusta esa respuesta. El ''star system'' puede haberse convertido en más sutil desde los días de Clark Gable y Jimmy Stewart, pero es todavía un sistema: Los actores americanos se supone que son personas más estables, con menos palanca de cambio. “La fórmula que les gusta a los actores taquilleros cuando triunfan,” dice Brian Grazer, un productor de “J. Edgar,” la cuál será estrenada el Miércoles. “Una vez se vuelven exitosos en un papel, consiguen meterlos en película tras película y en todas pueden hacer exactamente lo mismo.” El Sr. Grazer añade: “Para resistirse a eso, tienes que hacer elecciones muy complicadas. La mayoría de la gente tiene demasiado miedo.” Probablemente ayuda que el Sr. DiCaprio ha logrado mantener una mística sobre su vida personal en la era de internet. Mantener la distancia es algo que a él le funciona. En una entrevista, por ejemplo, él no pretende ser un amigo de la manera en que muchas estrellas lo hacen. A él le gusta su privacidad, pero este juego también hace sus interpretaciones más exitosas; la gente es más probable que lo acepte como un personaje más grande que la vida, si ellos no tienen una idea clara de quién es él fuera de la pantalla. Las elecciones del Sr. DiCaprio pueden ser raras, pero él hace su propia versión de quedarse con lo que funciona. Los personajes son en su mayoría torturados, antipáticos, tipos más grandes que la vida creados con la ayuda del pequeño grupo de directores de la lista A, el más notable Martin Scorsese. Un coleccionista de orina Howard Hughes en “El Aviador.” Un contrabandista sudafricano en “Diamante de Sangre.” Un enfermo mental en “Shutter Island.” Un extractor de sueños en “Origen.” “Leonardo podría hacer un montón de dinero haciendo películas mecánicas, pero él quiere ser retado,” el Sr. Eastwood dijo por teléfono. “Y es mucho más que un reto interpretar a alguien que no tiene la más mínima cosa en común contigo.” Lo próximo del Sr. DiCaprio es el papel principal en el remake de Baz Luhrmann de “El Gran Gatsby” y está preparado para interpretar a Frank Sinatra en otro biopic de Scorsese. “Eso está en las manos del Sr. Scorsese,” dice sobre el film sobre Sinatra, haciendo una pausa para que aparezca un trozo de sandía dentro de su boca y se vierte a sí mismo otra taza de café. “Estoy siempre en este increíble juego para cualquier cosa que él decida hacer.” “J. Edgar” se ajusta perfectamente dentro de este canon. Los mejores biopics ofrecen un retrato de una persona, con todos sus defectos e invitan a sus espectadores a hacer sus propios juicios sobre él y el film del Sr. Eastwood se esfuerza por hacer simplemente eso. Hoover está representado como un brillante patriota que inventa los forenses modernos y no se detuvo ante nada para proteger a América a través de ocho presidentes y tres guerras. Pero el omnipoderoso director del F.B.I. fue un impedimento, por decirlo suavemente, para los movimientos de los derechos civiles y trabajó tan duro para distorsionar la verdad como hizo para recogerla (y archivarla), todo para asegurarse el poder. Todo es un hecho más o menos. La parte traicionera de “J. Edgar,” escrita por Dustin Lance Black, un ganador del Oscar por su guión de “Milk”, involucra el gris. Fue Hoover gay? Nadie lo sabe seguro. Ciertamente tenía una extrañamente cercana relación con su colega del F.B.I. Clyde Tolson, interpretado en el film por Armie Hammer (“La red social”). Incluso está menos claro si a Hoover le gustaba vestirse con ropa de mujer, pero el Sr. Eastwood y Sr. DiCaprio han decidido mantener un guiño ingenioso del rumor en el guión de Sr. Black. “Obviamente hay una historia de amor aquí,” el Sr. Eastwood dijo. “Si se trata de una historia de amor gay o algo más — bueno, el público puede interpretarlo. Mi intención es mostrar como dos hombres realmente se querían el uno al otro y más allá no hay nada de mi incumbencia.” Del riesgo del Sr. DiCaprio se alegra Hollywood porque ama las películas serias, elevandolo al nivel de deidad por su voluntad de hacer el tipo de drama que es una especie en peligro de extinción en los grandes estudios de nuestros días. Pero sin embargo una mentalidad más empresarial — agentes, jefes de los estudios — dicen que asumir todos esos biopics es un error. La preocupación es que eso, en un cierto momento, convertirá al Sr. DiCaprio en no interesante para el público, si él no salpica su carrera con una más amplia variedad de papeles. Jeanine Basinger, la presidenta de los estudios en el departamento de la Universidad de Wesleyan, llama ésto “el problema Paul Muni.” Muni fue tal vez el mayor actor de Warner Brothers en los 30, protagonizando poderosos personajes en films como “Scarface.” Él también tuvo una inclinación por los papeles biográficos, ganando un Oscar por “The Story of Louis Pasteur” (1936). Pero él desarrolló un tipo de obsesión con los papeles históricos y se desvaneció. Aunque la Sra. Basinger eleva el punto, ella no está terriblemente preocupada. Pocos actores tienen tanto talento puro como el Sr. DiCaprio, ella señaló y la verdad es que él ha sido capaz de moverse desde la sitcom de los 80 “Los Problemas Crecen” a “A quién ama Gilbert Grape” a “Titanic” a “Infiltrados” es un buen augurio por su futuro crecimiento. “Él siempre ha estado presente muy fuertemente como DiCaprio y aún puede hacernos creer que él es otra persona,” la Sra. Basinger dice. “Eso es que tiene un talento increíble.” Las nominaciones al Oscar del Sr. DiCaprio han sido por “Gilbert Grape,” la cual la hizo con 19 años, “El Aviador” y “Diamante de Sangre.” Los veteranos estrategas de los premios (no trabajan en favor de “J. Edgar”) piensan que él conseguirá una nominación este año, junto con George Clooney por su papel en “The Descendants,” la mirada de Alexander Payne sobre un hombre que intenta reconectar con sus dos hijas después de que su mujer se quede en coma. Pero es todavía demasiado pronto para decir si otra ceremonia de los Oscar está en el futuro inmediato del Sr. DiCaprio. Será “J. Edgar” un éxito? Tampoco está claro. El Sr. DiCaprio dice que no había pensado mucho en ser asociado con el lánguido de Jack Dawson. “No estoy obsesionado con eso, pero ciertamente me sigue,” dice. “He estado en el Amazonas y la gente sin ropa y no estoy exagerando, conocen acerca de la película. Lo he aceptado”. En persona el Sr. DiCaprio llega exactamente como sospechas que es. Él estaba cansado, llegando de una entrevista matutina el día después de volar de vuelta a Los Ángeles desde Australia, donde ha estado rodando “El Gran Gatsby.” Pero él fue también divertido — esos ojos azules con jet lag pero se las arregló para brillar — y muy amable. “Tengan paciencia conmigo mientras vuelvo a mí,” dijo con una sonrisa, ajustando la gorra azul de beisbol que vestía (hacia atrás, naturalmente). Al siguiente minuto estaba preguntando por Sian Grigg, su artista de maquillaje de Hoover, para poder darle su reconocimiento en este artículo. “Estoy seguro que ella ha tenido múltiples ataques de pánico para intentar dejarme preparado,” dice. “Podía ser muy intranquilo.” Se ilumina cuando habla de películas y gente que le ha influenciado, particularmente “El Crepúsculo de los Dioses” de Billy Wilder, la cual dice discutió con el Sr. Eastwood durante el rodaje de “J. Edgar.” Ellos querían emular como se manejaba la narracción en voz en off de esa película de los 50. Pero el Sr. DiCaprio también parece ir en piloto automático de vez en cuando, respondiendo de la manera en que los actores tienden a contestar. (La suerte de estar empleado en ésto, confía en tus instintos.) Y las preguntas personales no se aprecian. Pero simplemente por que él se cita con todas esas supermodelos? Él echó un vistazo — um, duh, no lo haría si pudiera? — y luego dice. “Nunca he hablado de ese tipo de cosas y muy respetuosamente, voy a mantenerme de esa manera”. Prefiere atenerse a “J. Edgar,” particularmente sobre el maquillaje prostético, el cual encontró frustante y claustrofóbico. Él estima que pasó sobre dos semanas de un rodaje de 39 días como el “viejo Hoover,” el cual requería que se sentase cinco horas al día en la silla de maquillaje de la Sr. Grigg. “Para mantenerme en el personaje y luchar contra el deseo de no estafar a veces y no sentirse atrapado en el interior es extremadamente complicado,” dice. “Es como si hubiese estado untado en miel y envuelto en un edredón gigante.” (Le contó a un reportero que acababa de crear una nueva fantasía para sus fans femeninas más locas, sonrió.) El Sr. DiCaprio hizo meses de investigación para ser capaz de habitar completamente dentro de Hoover. Voló a Washington con el Sr. Black para una gira por el Departamento de Justicia y por uno de los antiguos hogares de Hoover. El Sr. DiCaprio también conoció a Cartha D. DeLoach, una de las únicas personas todavía vivas que han trabajado cercanamente con Hoover y grabó sus largas horas de conversación. (Hoover habría estado orgulloso.) “Quería que me contara como él caminaba, como él hablaba, lo que sus manos parecían, lo que parecía su escritorio, lo que estaba por encima de su escritorio,” el Sr. DiCaprio dice. “La investigación de esos papeles es mitad de diversión y otra de desafío — quizás más,” añade. “Es lo que lo hace que sea emocionante para mí.” El Sr. Black recordó que el Sr. DiCaprio desenterró oscuras filmaciones de un joven Hoover dando discursos y leyendo transcripciones de su testimonio ante el Congreso. “Yo había ido a la versión más editada de aquellas, dejando de lado algunos de los términos de Hoover más floridos,” el Sr. Black dice. “A Hoover le gustaba tejer una gran cantidad de alusiones a los animales, viscosas y resbaladizas, dentro de sus discursos en ese momento. A Leo le encantó. Dijo, ‘Vamos, tenemos que usar todo ésto.’ ” (El Sr. Black también recuerda la afición del Sr. DiCaprio a los ''cupcakes'' de chocolate alemanes. “Algunos de esos kilos de Hoover más tarde, no eran prótesis,” dice. “Lo diré. Leo tiene un poco de grasa.”) Los DiCapriophiles serán rápidos en señalar que él tiene algunas cosas en común con Hoover, por lo menos en la superficie. Hoover, por ejemplo, estaba muy cercano a su madre, interpretada por Judi Dench en el film. El Sr. DiCaprio tiene una estrecha relación con su propia madre, Irmelin DiCaprio, que lo rescató de Loz Feliz y lo trajó a Los Angeles y dió vueltas con él para las audiciones. “La diferencia es que la madre de Hoover le dijo que hacer y mi madre me escuchaba,” dice. “Mi madre fue un apoyo increíble. Ella no fue una madre de artista y realmente no le importaba en cualquier caso que yo fuese actor. Ella simplemente escuchó a este arrogante niño diciendo que quería ser actor y no se rió en su cara.” Hoover fue un hombre que se perdió a sí mismo en su propio ego y su necesidad de ser el centro de atención — algo que el Sr. DiCaprio, como un estudiante de Hollywood, tiene un destino potencial para si mismo si él no es precavido. (Hola, “El Crepúsculo de los Dioses.”) Por otra parte, tal vez no. “No es algo que me preocupe activamente,” dice. “Soy completamente consciente de que cada carrera es efímera en algunos aspectos.”  Traducción: Yuna. << Noticias más antiguas | Más nuevas >> |
